Prometida Patagonia

Por Eleodoro Sanhueza R. Fotos de Francia R. Arias.

 
En una café de Coyhaique me contaron del Plan Andinia. Me dijeron que era una teoría conspirativa, específicamente un complot para desmembrar la Patagonia argentina y chilena, con el objetivo de crear una nueva Judea.
Judea:  en Hebreo יהודה‎,  se pronuncia Yehuda, significa “agradezco o reconozco a Dios”, y corresponde a una parte montañosa del sur de Israel .
La teoría Plan Andinia se basa en un libro del año 1882  titulado El estado judío cuyo autor es Theodor Herzl.
El plan establece la migración de millones de israelitas, o judíos, hacia Argentina. Además de la compra de mucha tierra en lugares específicos de Sudamérica.
Salgo del café y busco en las páginas de un diario, leo las últimas informaciones que llegan desde allende los andes, se dice que La Señora K ha transferido una gran extensión de la Patagonia a Eduardo Elztain, Presidente de la Comunidad Mundial Judía, a cambio del pago de la deuda al Banco Mundial y el FMI,  deuda que ya tiene varias dictaduras según los escritores pibes y los pibes chorros. Dato incierto pero inquietante.
Pasan los días, llueve en Aysén. De pronto en la televisión las noticias señalan que el país hermano ha sido atacado por un tal señor Kenneth Dart, acreedor de los hermanos argentinos… Se publican situaciones, nada menos que de Jorge Argüello Embajador de la República trasandina en Estados Unidos.
» Repasemos las barbaridades que se pretenden instalar en el Congreso de Estados Unidos», escribe Argüello, » Según los fondos buitre, la Argentina adeuda U$S 3500 millones a los estadounidenses, los verdaderos dueños de estos fondos buitre, como el multimillonario Kenneth Dart».
Por favor. Bueno, sigamos. Una de las entrevistadas para este artículo me comenta que Kenneth Dart hace poco compró una gran extensión de terreno cercano al lago Laparent en la región de Aysén, Chile.
Desde este lugar escribo, donde se ha librado una lucha contra un mega proyecto hidroeléctrico que es materia de otra discusión. Por aquello nadie sabe, o nadie cree, nada del Plan Andinia.
Sólo a unos pocos se les pone la piel de gallina cuando se menciona que a esa micro invasión judía a la Patagonia argentina, se podría unir parte de la Patagonia chilena, incluso se desliza, que el propio ejército nacional chileno colabora en el funcionamiento de una Base Militar Subterránea. ¡Una Base Militar Subterránea! Sí, eso que se lee.
Las lecturas me señalan que “si existiera dicha base sería para controlar y destruir los submarinos que pasen por el Cabo de Hornos desde el Pacífico al Atlántico”…. Lleva varios años de construcción, y se le denomina Base Rockefeller (el apellido es por el dueño). “Junto con otra Base, que ya posee en el Ártico, serían las más importantes del sur del planeta”.

Parece un guión cinematográfico aquello ¿Qué existan túneles DUMB, construcciones utilizadas para refugio en caso de catástrofes nucleares?
«No, definitivamente es parte de una conspiración», pienso y me callo.
Aunque claro, todo tendría sentido si se toma en cuenta lo que subterráneamente es el mayor interés de una gran cantidad de señores desconocidos, representados por millones de dólares: El agua de la zona, la más pura del mundo y alejada de cualquier contaminante y contaminador, sobre todo del hombre.
En este punto, el alcalde de Villa O´Higgins ( provincia de Capitán Prat, región de Aysén), Roberto Recabal Cárcamo, pone énfasis:
“La acción de las compras de terrenos, es muy clara: El agua. Elemento que nos acompaña desde los comienzos de nuestra creación misma y cada día más escasa y fundamental para todo ser viviente. Nuestra Comuna Villa O’Higgins posee la tercera reserva de agua dulce más importante del Mundo. Después de Groenlandia y La Antártica, está nuestro Campo De Hielo Sur. Con falta de políticas de estado desde siempre, sin control migratorio por terrenos aún por definir, y donde se concentra la fortaleza de nuestro país, los grandes conflictos de la humanidad  dentro de poco no serán por cobre, petróleo, gas; será por agua, por eso es fundamental posesionarnos de tanta riqueza en nuestra Comuna”, señala Recabal.
Con estos rumores me desplazo por las calles de Coyhaique, o por los caminos rurales que llevan a hermosos valles, también por la Carretera Austral, acompañado de lengas, ñires y álamos de otoño que me ofrecen distintas tonalidades como si fuese impresionismo…Me impresiono… El camino es largo, pedregoso, pero rodeado de virtudes naturales, dejando atrás pueblos que parecieran ser esculturas a manos de la Eclosión de Caddi. Finalmente llego a Puerto Río Tranquilo, uno de los tantos pueblos con una historia que valdría contar algún día. De ese lugar se puede navegar hasta las Capillas de Mármol.

Pero ¿Y los judíos?
El punto es que, quienes viven en esta Patagonia, están acostumbrados a ver, entre los meses de noviembre y marzo, principalmente, como se desplazan por distintos puntos de la ciudad, o parando el dedo en las carreteras, a jóvenes Israelitas, mujeres y hombres. Son soldados que al terminar su instrucción militar obtienen como premio un viaje por la Patagonia chilena y argentina. En estos mismos pueblos que bordean el camino austral, se escucha el relato de algunos hospederos rurales que dicen no recibir a judíos porque éstos siempre se niegan a pagar lo que vale un almuerzo o un alojamiento con desayuno. Incluso dicen que han sido capaces de desaparecer en mitad de la noche y caminar por las piedras y bajo la vía láctea, por el sólo hecho de no gastar sus Shéquel. Pero también están quienes manifiestan no tener problemas con ellos.
Miriam Chible Contreras, dirigente y empresaria regional, ferviente opositora al proyecto Hidroaysén y dueña del Café Histórico Ricer, ubicado en un extremo del céntrico paseo Horn frente a la plaza pentagonal de Coyhaique, expresa:
“Llevo más de 25 años con este negocio, en un principio con mi esposo, cuando no teníamos hijos, llevábamos judíos a la casa, de todos tipo, no sólo jóvenes y en algún momento se quedaron unos como un mes completo, dormían en el piso. Ellos nos contaban que como premio por terminar el servicio militar, después de vivir en los Kibutz, le regalaban los pasajes para recorrer el mundo y efectivamente muchos elegían la Patagonia por ser un territorio virgen, distinto, más interesados por el concepto de Patagonia que por lo físico. En ese tiempo le interrogábamos nosotros por el Plan Andinia, pero ellos decían que nada. Y allí entendimos que andaban sólo recorriendo, conociendo. Con ellos aprendimos que la característica del regateo que tienen los Judíos, es un asunto de cultura, ellos están acostumbrados a sacarle el precio más económico a cualquier producto o negocio que hagan, porque de esa forma ahorran”.

Pero en los últimos años, en la región de Aysén, un leve rumor ha comenzado a emerger y a desparramarse a ras de suelo. Y mientras se espera la parrillada o el cordero al palo, y afuera una delgada escarcha se deja caer y los patagones se cobijan en un quincho al compás de ranchera y chamamé… se comenta que junto a esos soldados-turistas de origen judío y/o israelita, viene un adulto, autorizado para cerrar tratos en la compra de terrenos.
-Es cosa de revisar documentos- me dice un amigo, dirigente patagón, mientras esperamos en Puerto Tranquilo, al bote que nos llevará a las Capillas en el Lago General Carrera- en las notarias Chile Chico y Cochrane, se acumula un sinnúmero de transacciones de terrenos a extranjeros, ya sea alemanes, suizos, norteamericanos, franceses, coreanos, chinos, y que fácilmente podrían ser palos blancos, de empresarios judíos- remata.
Eso también me suena a ficción, pienso y menos digo algo, mientras este amigo me relata eso y más. Luego, aún en silencio recapacito si definitivamente está sucediendo un caso de esa envergadura, sin que nadie le ponga la alerta. Y doy vueltas las historias.
Lo cierto es que sí o sí la Patagonia Chilena se desmiembra, en medio de las risas de los que no creen ni un ápice, de que algo así pudiera ocurrir. Y ante la mirada atenta de los que no se confían que algo se arrastra.
El bote se desplaza sobre el Lago Chelenko, unos turistas chilenos se toman selfies y otros más rubios giran la cabeza en 180 grados sin decir nothing. Por este otro lado del bote, el dirigente me sigue contando fantasías. Me dice que un político le contó que en uno de los gobiernos de concertación….
– Éste entró a una de las oficinas de La Moneda, se metió en una sala buscando una reunión y llegó a un salón donde encontró otro asunto, estaban reunidos asesores, secretarios y uno que otro ministro, todos sentados en una mesa redonda.
– Eso no es nada fuera de lo común- le reparo instantáneamente.
– Claro que no ¿pero si te digo que todos aquellos personeros eran judíos?
– ¿Cómoooo?- le pregunto casi en un grito.
– Así es- me afirma- en el gobierno chileno hay un pequeño mini gobierno de judíos. Al estado chileno no le interesa poblar la Patagonia con chilenos. Y por ello la están vendiendo de a poco. Serán judíos, árabes o vietnamitas, no importa quién, lo que sí es sorprendente, es que por un poquito más pasamos el poto también- señala.

El alcalde de la austral Villa O´Higgins, solo contra el mundo, también se atreve a deslizar información que debiera provocar por lo menos algún cuestionamiento en aquellos que están encargados de la soberanía del país.
“No poseo información que diga que exclusivamente empresarios Israelitas estén adquiriendo terrenos en la Patagonia, pero sí es conocido por toda la Comunidad Nacional, las grandes compras de terrenos realizadas por inversionista locales y de diferentes nacionalidades, en la Patagonia” dice el edil.
Por otra parte, el senador Eugenio Tuma Zedán, desde la Araucanía, también toma la palabra “Esto es un problema de seguridad nacional, pero nadie hace nada. El ejército debiera estar atento a esto.”
Tuma ha sido el único político en poner el tema en las salas del Congreso, no obteniendo ni una mísera respuesta.

Douglas Tompkins, ciudadano estadounidense, fundador de la marca The Nort Face y posteriormente Esprit, al vender las acciones de estas compañías se trasladó al sur de Chile y en el año 1991 compró 17.000 hectáreas que incluían bosques, selvas, cerros, montañas, lagos y ríos; climas templados y lluviosos; que a través de los años fueron mutando y que en el 2005 -el entonces presidente de la república de Chile, Ricardo Lagos-  bautizó como Santuario de la Naturaleza. Al año siguiente Tompkins compró el Parque Nacional Corcovado, con lo que finalmente adquirió 325.000 hectáreas que formaron el llamado Parque Pumalín, en la provincia de Palena.
De pronto algunos pocos chilenos se fueron dando cuenta de lo que realmente estaba pasando en Pumalín, y aprovechando la invitación que le hicieron a su dueño al Congreso Nacional, se le realizó una pregunta más o menos de este tenor:
“¿Es verdad que usted trabaja para los judíos y las compras de terrenos que ha hecho, en un futuro pasarán a manos de estos?”.
Silencio absoluto.
Tompkins hizo una mueca de sentirse agredido y luego negó todo aquello.
– Sea como sea- dijo mi amigo dirigente, cuando nos internábamos en una cueva bajo una roca de mármol- lo que queda es ¿Por qué se le hace esa pregunta? ¿Desde dónde nace información acotada y misteriosa para conjeturar una pregunta de ese tipo? ¿O es que algo de cierto hay, y podría concretarse el dicho “cuando el río suena es porque piedras trae”?
De pronto asocio algunas situaciones, la reunión de asesores y otros en La Moneda, todos de raíz judía. Por otro lado, el último Ministro de Defensa del gobierno de Sebastián Piñera, un hombre con descendencia israelita: Hinzpeter. Si hasta dicen que realizó su instrucción militar en Israel.
Pero hay algo más ¿Qué ocurrió en los últimos meses del gobierno de derecha, en relación a Parques y medio ambiente? Pues se firmó una alianza entre el gobierno chileno y el propio Douglas Tompkins, para crear el Parque Nacional Yendegaia (“término yamaná que quiere decir Bahía Profunda”), en Tierra del Fuego. Para ello el gobierno tenía dispuesta 111.832 hectáreas fiscales y “el ecologista” aportó un granito de arena, entregando 38.780 de sus hás. Tierra habitada por caballos salvajes que a los pocos meses de firmado el tratado, el señor Tompkins resolvió dispararles, pistoleros montados en caballos domésticos le hacían tiros a los baguales. Hace pocos días el actual gobierno ha deshecho completamente este acuerdo, poniendo las cosas en su lugar.
“Si Tompkins no hubiese cumplido su compromiso de entregar terrenos, de su propiedad, para la realización de parques nacionales, se habría podido pensar mal en cuanto a su gran adquisición de territorios en esta zona” expresa Miriam Chible.
Pero ¿No es extraño que la “donación” por parte de Tompkins, ocurra inmediatamente después de adquirido aproximadamente 70 mil hectáreas de la ex estancia ovejera Valle Chacabuco, donde la Fundación “Conservación Patagónica” presidida por Kris Tompkins, esposa de “Doug”, dice creará otro parque nacional?
Expertos chilenos confiesan que, conservar los terrenos del Valle Chacabuco, siempre fue un objetivo de la Corporación Nacional Forestal, pero no existieron los recursos suficientes para comprar las tierras. Ese interés se desprendía de muchos atributos que tiene… Léase bien: Los 700 km2 de superficie, casi el doble de lo que mide la Franja de Gaza, que con sólo 360 km2, alberga a un millón y medio de judíos…

Además de poseer una interesante historia descubierta por arqueólogos (dicen que los Tehuelche, indígenas de la zona, se desplazaron por esos terrenos, para llegar hasta las ricas, descontaminadas y extensas aguas del Chelenko, ahora lago General Carrera, el cuarto más grande de Sudamérica). El territorio, además, está rodeado de una gran cantidad de lagunas, ríos y charcos; y muy cercano a los deslindes de éste, está el lago Pueyrredón, en la provincia de Santa Cruz, Argentina.
Argumenta el alcalde Recabal, que por las distintas denuncias realizadas por él mismo, ya sea por el abandono y aislamiento en que se encuentran, se inauguró una avanzada de la Escuela De Alta Montaña del Ejército chileno, del que esperan sea un aporte muy necesario. Sobre Tompkins, dice “ Es un extranjero con pasaporte de turista, que no quiere ni desea la conectividad con el norte de nuestro país, convirtiendo a la región en una isla más isla que Chiloé. Sólo necesitamos una franja de 100 metros en el parque Pumalín para la construcción de nuestro anhelado camino, que uniría la Región de Aysén con el resto de nuestro querido país. Él ha sido un aporte para destrucción de campos productivos no aportando nada a nuestra región, cuesta entender a nuestros gobiernos que no tomen medidas contra este empresario”.

Hace un par de años atrás, unos pocos patagones, amantes de la lectura, supieron que en dos kioscos de Coyhaique se estaba vendiendo El Plan Andinia, interesados algunos corrieron a adquirirlo, pero la respuesta en ambos lugares fue la misma, poco rato antes, un tipo pasó comprando todos los libros, no dejando ninguno para el público lector.
¿Cuál sería la razón de aquello? No hay respuestas.

El paseo por dentro de las Capillas de Mármol fue lento e inspirador, agua y piedra que moldean figuras y espacios que invitan a la reflexión, a la creación. Y al mirar el lago, ese color profundo que podría tratarse de algún perfume, o de un licor, incluso de una refrescante bebida, es un momento para comprender que el agua, la misma que corre por espacios que son reserva de vida, donde los ríos Baker y Pascua van cantando una canción de libertad, es efectivamente eso: la vida.
– Después de aquí hay que ir a Bahía Exploradores para ver el ventisquero y los últimos hielos- me dice mi socio- ahí cerca donde tomamos el bote, hay que meterse por el camino que va al Lago Tranquilo, y unos kilómetros después, de pronto empezarás a caminar sobre hielo, aunque mirarás y verás que sólo es tierra. Pero más allá están los milenarios congelados: El Campo de Hielo Norte, un pedazo de témpano ubicado íntegramente en la región de Aysén.

– ¿Y los Campos de Hielo Sur?
– Más allá queda eso pos- me dice alzando un brazo- cerca de Villa O´higgins, Caleta Tortel, de ahí para allá. Sólo una parte de ese campo de hielo está en esta región, pero es justo de ese lugar desde donde saca agua una empresa llamada Waters of Patagonia, dedicada a la venta de agua glaciar. Y por allí mismo está el Parque Bernardo O’higgins donde robaron 5 toneladas de hielo, para venderla como agua pura y cristalina.
– A ver a ver a ver, hay una empresa vendiendo agua glaciar, pero ¿cómo es eso?
– Así como lo escuchas, la empresa Guater of Patagonia saca agua del ventisquero Jorge Montt. La historia es larga pero te la cuento así.
– A ver…
– Robaron 5 mil kilos del glaciar Jorge Montt, para venderlo en los locales nocturnos como hielo para tragos.
– Me estás mintiendo…
– Está en internet, tienes que poner http://www.veoverde.com. Ahí mismo dice que “El periódico  qatarí Gulf Times, de los Emiratos Árabes, reveló que el embajador chileno en ese país, Jean-Paul Tarud, anunció un plan piloto para llevar  muestras de agua gratis del deshielo «natural» de glaciares de la Patagonia chilena a Medio Oriente dentro de los próximos 2 ó 3 meses. Sin embargo, recientemente fue desmentido por el gobierno chileno, quien dijo que el funcionario público habló a título personal”.

– ¿Y fue el propio gobierno quien robó?
– No sé. Lo que sí sé es que el parque ya tiene dueño, como lo tienen la mayoría de estos lugares. Si al final, los Tompkins, los Luksic, los Kenneth Dart, son sólo la punta del iceberg de lo que significa la venta de la Prometida Patagonia chilena.
– Pero ¿y los Judíos?
– Ya no hay vuelta atrás- me responde certero- en un tiempo más, no se nos permitirá correr a campo traviesa. Estamos hasta la tusa, che.